¿Qué son los hilos?
Los hilos tensores faciales están hechos de un material reabsorbible y biocompatible que se llama polidioxanona (PDO), es un tipo de sutura que se utiliza desde hace años, en cirugía cardiaca, por lo que está más que probada su seguridad. Nuestro cuerpo los reabsorbe entre 6 y 12 meses dependiendo de su grosor.
¿En qué consiste el tratamiento?
Consiste en la colocación de estos hilos dentro de la piel mediante una aguja muy fina y formando una especie de malla, situando algunos hilos en una dirección y otros cruzando en el sentido contrario. Al no necesitar anclaje su colocación es muy rápida. Se les conoce como hilos mágicos por su doble efecto, tensan y redensifican la piel gracias a la estimulación de la producción de colágeno.
Existen también los hilos espiculados. La ventaja de estos es que, además de la estimulación del colágeno nos permiten tensar y reposicionar los tejidos. Los hilos espiculados van montados dentro de una cánula, que es una aguja que no tiene punta, lo que hace que su colocación sea muy poco traumática, disminuyendo mucho el riesgo de aparición de hematoma. Una vez colocados retira la cánula y se masajea para que las espículas se enganchen en la piel, tiramos el hilo hasta reposicionar los tejidos y se corta lo que sobra.
Los resultados son progresivos y logran un efecto de lifting muy natural, no cambia la expresión de la cara luego del tratamiento.
¿Cuál es el tiempo de recuperación?
Los efectos secundarios post tratamiento son dolor pasajero, edema y puede aparecer algún hematoma si se rompe algún capilar.